La mayoría de las personas cuando se jubilan reciben un reloj de oro, James Harrison merece mucho más que eso. Este señor de 81 años, conocido como «el hombre del brazo de oro», ha donado sangre casi todas las semanas durante los últimos 60 años.
La sangre del anciano tiene un raro anticuerpo que, literalmente, salva vidas. Gracias a ella se han evitado millones de abortos prematuros, muertes al nacer, y malformaciones cerebrales que habrían lastrado la vida de miles de personas. «He salvado muchas vidas y he tenido muchos niños nuevos en el mundo, así que sí, te hace sentir bien en ese sentido» nos explica este héroe.
El pasado viernes James Harrison llevó a cabo su última donación, la 1173. Ha entrado en el Libro Guinness de los Récords como el mayor donante de sangre de la historia.